Los beneficios en Cuba de un período en que no se dan clases porque es receso docente

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón

SANTIAGO DE CUBA.- Excursiones a sitios históricos o recreativos, juegos, encuentros, tiempo de máquina en computación son algunas de las opciones que tienen en Cuba los estudiantes de la enseñanza primaria, durante el llamado Receso Docente.
Desde hace varios años, el sistema de Educación en el país optó por esta forma de recesar las clases durante el curso anual, para ofrecer un descanso a los alumnos y maestros, y al mismo tiempo aprovechar la posibilidad de programar actividades extraescolares dentro de las escuelas.
Los llamados recesos docentes, como su nombre lo indica, son espacios de tiempo en que cesan las clases, pero se mantiene un vínculo con la escuela.
El sistema solo se aplica en Cuba en la Enseñanza Primaria que comprende desde el pre-escolar (inicio del aprendizaje) a sexto grado.
Los cursos escolares en Cuba, cada año se inician en los primeros días de septiembre y se extienden hasta la primera quincena de julio, con los períodos de receso docente, incluidos solo en la enseñanza primaria elemental.
En Cuba, en tres ocasiones durante el curso escolar, cada tres meses se suceden los recesos docentes, que se extienden por una semana con características especiales, pues aunque cesan las clases, los alumnos y los maestros participan en actividades extraescolares en los mismos centros de enseñanza o fuera de estos, mediante excursiones, juegos, adiestramiento en el dominio de la computación, repasos, preparación de clases...
Los recesos docentes tienen lugar cada año, a mediados de noviembre, a finales de enero y principios de febrero, y a mediados de abril.
En la provincia de Santiago de Cuba, la matrícula en la enseñanza elemental suma casi 88 500 alumnos, además de 2 620 infantes en los pre-escolares de los círculos infantiles (guarderías), que funcionan para facilitar la incorporación de la mujer al trabajo remunerado por el Estado.