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Actualidades informativas de Santiago de Cuba: la más caribeña de las ciudades cubanas, que el 25 de julio de 2006 cumplió 490 años de fundada como Villa.

viernes, noviembre 11, 2005

La eterna vocación de servir a los demás

ALEJANDRO CASTAÑEDA MARQUEZ
El doctor Roberto Corrales, profesor de la Facultad de Sicología de la Universidad de la Habana y presidente de la Comisión Nacional de la carrera, respondió algunas interrogantes a propósito de su participación en el Congreso Bienal de Sicología que acaba de tener lugar en Santiago de Cuba, a unos 900 kilómetros al sureste de Ciudad de la Habana.
“De este congreso me han impresionado varias cosas, el hecho de que se ha trabajado alrededor de temas más concretos, a diferencias de otros que son más abarcadores; no ha habido una gran diversidad de tópicos, pero más que grandes elaboraciones teóricas, sus propuestas van hacia soluciones concretas de la cotidianidad del cubano, y eso es lo que estamos buscando.
“ Hoy necesitamos es un sicólogo que trabaje en las comunidades, orientando, resolviendo los problemas más perentorios de la gente; creo que es el éxito mayor de este encuentro de los sicólogos del mundo. No he visto la elaboración de grandes presupuestos teóricos, pero si un reforzamiento de esa vocación de servicio a los demás, y es los que debe caracterizarnos.
El también vicepresidente de la Cátedra Vigostki y miembro de la Junta directiva de la Sociedad Cubana de Sicología, opinó sobre el papel que le corresponde a las ciencias sociales en el contexto cubano de hoy.
“Los trabajadores de las ciencias sociales, sobre todo los educadores, tenemos el gran reto de convertir el proyecto social en proyecto de vida personal, lo que supone arriesgarse a asumir la cotidianidad, la individualidad, cómo las personas viven sus experiencias diarias.
“Por el ejemplo, el hecho de haya un movimiento tan grande de trabajadores sociales en Cuba es porque se reconoce que nos habíamos perdido en la era del positivismo, de un materialismo mecánico.
“ Pero en el camino de alcanzar tan nobles propósitos, se requiere una ética personal esculpida día a día, porque ese proceso pasa por el diagnostico, por escuchar y atender a las personas; por ejemplo, tal sustento ha presidido la formación de trabajadores sociales y ahora a los sicólogos.
“Hoy tenemos 13 mil estudiantes de Sicología en el país, sin embargo hay quienes tienen preocupación por la cantidad y yo le respondo que necesitamos más, porque un proyecto social como el nuestro tiene que tener esa contraparte, porque si no implica al hombre en su individualidad no funciona, creo que aún estamos a tiempo.
A mí me gusta esa vocación del sicólogo de servir a los demás”.