Santiago490

Actualidades informativas de Santiago de Cuba: la más caribeña de las ciudades cubanas, que el 25 de julio de 2006 cumplió 490 años de fundada como Villa.

miércoles, diciembre 20, 2006

Campaña de Alfabetización en Cuba: Una luz que trasciende las fronteras 45 años después José

Ginarte Sardina
“Ningún momento más solemne y emocionante, ningún instante de júbilo mayor, ningún minuto de legítimo orgullo y de gloria como éste en el que cuatro siglos y medio de ignorancia han sido derrumbados”, expresó, conmovido al ver ondear la bandera que proclamaba a Cuba territorio libre de analfabetismo, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Igualmente entusiasmados se mostraban los miles de alfabetizadores que orgullosos de cumplir la honrosa misión de enseñar a leer y escribir, se reunieron, viniendo de todo el país, aquel 22 de diciembre de 1961, en la Plaza de la Revolución de La Habana, para festejar junto a Fidel Castro la gran hazaña.
El analfabetismo en Cuba se eliminó en sólo un año, tal como lo había avizorado y prometido Fidel en la Organización de Naciones Unidas (ONU), en septiembre de 1960.
En esa colosal e inédita tarea participó casi todo el pueblo: desde niños de ocho, nueve y 10 años, hasta ancianos de 70 y más edad, e incluso impedidos físicos y visuales.
Más de 270 mil personas fueron las que tomaron parte en la Campaña de Alfabetización, como brigadistas Conrado Benítez y Patria o Muerte, maestros y alfabetizadores populares, quienes llevando consigo la luz de la enseñanza por llanos y montañas escribieron hermosas páginas de abnegación y patriotismo.
Muchachos y muchachas llegados de la ciudad convivieron durante meses con familias campesinas de los más intrincados lugares de la Isla, a cuyos integrantes no solamente enseñaron a leer y escribir, sino que ayudaron en las labores agrícolas y demás quehaceres propios de la vida en el campo.
El esfuerzo dio sus frutos, toda vez que más de 700 mil personas aprendieron las primeras letras, con lo cual el índice de analfabetismo disminuyó en Cuba, al punto que se convirtió en uno de los más bajos del mundo.
Con esto el Gobierno y el pueblo cubanos se ganaron la admiración y el respeto de todos, porque cumplieron su compromiso a pesar de la invasión mercenaria de abril de 1961 por Playa Girón, derrotada en menos de 72 horas; el bloqueo económico y demás maniobras y patrañas del imperialismo yanqui para aplastar la Revolución cubana.
Ante la unidad de ideas y de acción del pueblo revolucionario, de nada valieron las acciones de intimidación por asesinatos, como el cometido contra el maestro alfabetizador Conrado Benítez, ni los rumores utilizados por el enemigo para detener la marcha exitosa de la Campaña de Alfabetización.
Ganada la batalla, surgió una nueva meta: continuar la superación, y para ello los alfabetizados ingresaron en los cursos de Seguimiento y más tarde en los de Educación de Adultos. A su vez, los brigadistas se incorporaron a más de 40 mil becas gratuitas ofrecidas por el Gobierno Revolucionario, con el fin de estudiar en la secundaria básica, el preuniversitario, así como también arte, tecnología industrial, magisterio y otras especialidades.
Día tras día el nivel educacional de la población fue aumentando con el consiguiente incremento de técnicos y profesionales, que hicieron avanzar las diversas ramas de la vida socioeconómica.
El desarrollo de la Revolución y lo complejo del proceso de la producción y los servicios exigían de personal más capacitado, y como respuesta el movimiento obrero y demás organizaciones de masas acordaron ganar la batalla por el sexto grado en 1980. El pueblo se volcó a esa tarea y fueron más de 900 mil los graduados de ese nivel escolar.
Siguiendo esa lógica de exigencias, la próxima meta fue la del noveno grado, alcanzada en 1985 con alrededor de 700 mil egresados, con lo cual el nivel educacional de la población se elevó ostensiblemente.
Todas estas posibilidades que en el campo de la educación brinda el Estado revolucionario cubano, hizo posible que muchos de los que en 1961 aprendieron a leer y escribir hoy sean médicos, ingenieros, técnicos, maestros y hasta renombrados poetas y escritores.
Mas aquella luz de la enseñanza, sembrada en Cuba hace 45 años y acrecentada con el decursar del tiempo, también ha extendido sus alas de esperanza y beneficio a otros pueblos hermanos de América, donde la semilla del saber germina y comienza a dar frutos como es el caso de Venezuela, país en el que se desarrolló una triunfal Campaña de Alfabetización y hoy se le da seguimiento a los estudios.
El ejemplo y la colaboración de Cuba en este tema, que tiene como presupuesto el pensamiento martiano enarbolado por Fidel Castro, de que “Ser culto es el único modo de ser libre”, también ha llegado y está llegando a otros países necesitados del mundo que han decidido aplicar el método cubano de alfabetización “Yo si puedo” y otras variantes factibles de estudios.
El propósito de que el pueblo cubano pueda convertirse en el más culto del mundo, es tan posible, como posible fue el éxito de la Campaña de Alfabetización materializada apenas dos años después del triunfo de la Revolución cubana.